jueves, 15 de mayo de 2014

42- SOBRE LA VIDA FRATERNAL UNIVERSAL


            El Sol ha aportado enseñanzas instructivas a las almas. El corazón de la Jerarquía Solar sintoniza con las verdaderas necesidades del Alma de la Humanidad.
            El aporte de los Seres que integramos la Jerarquía Planetaria o Gran Hermandad en Gaia es ofrecido a través de un gran Plan de Servicio para favorecer los procesos y progresos evolutivos de cada reino de vida. El reino humano cuenta tan solo como uno de esos ‘reinos de vida’, pero el Plan Evolutivo Terrestre considera muy variados aspectos y aéreas en al servicio.
            Habitualmente los estudiantes centran sus estudios, atención e interés en ‘la fase humana’ del progreso espiritual, y olvidan de esa manera la amplitud y grandiosidad del Plan Evolutivo, donde, como se dijo, el ser humano es tan solo un esquema más de los tantos (aunque muy importante, por supuesto).
            Nuestra intención en esta transmisión es dar una idea más abarcativa del Plan Divino (en cuanto a la diversidad y amplitud los reinos de vida) para que los estudiantes sepan que “sus hermanos” de otros reinos vivientes son tan importantes como ellos, y que merecen ser considerados “almas sagradas” también.
            Cuando se habla de “Hermandad” o “Fraternidad”, habitualmente los estudiantes se representan en sus mentes una vinculación armoniosa y pacífica entre seres humanos, de todas las razas, sin distinciones separatistas de ningún tipo: ‘hermandad del hombre con el hombre’, se diría. Pero rara vez se ve a algún estudiante representarse en su mente a “La Hermandad” incluyendo en sus imágenes e ideas mentales a los minerales, a los espíritus de la naturaleza (elementales), a las diferentes especies de vida vegetal, a todos los animales existentes, y a los Devas y Ángeles incluidos. Cuando vemos a un estudiante con estas ideas, las cuales se han transformado en un “sentir”, sabemos que ya vibra en él la conciencia de unidad, porque…:

Hermandad es Conciencia de Unidad
y se traduce en el “sentir”, reflejándose en el actuar.

            Quien vive y siente esta Unidad y Hermandad con todos y con cada uno de los reinos de vida existentes (visibles e invisibles) siente y actúa con RESPETO hacia toda vida. Sabe que todo está evolucionando, que todo es sagrado, y por lo tanto usufructúa de los reinos de vida solo lo que necesita, ni más ni menos; lo toma con amor y cuidado, y con un permanente sentimiento de gratitud en su interior.
            Quien en cambio, toma “por arrebato”, con actitud predatoria, o para satisfacer un egocéntrico gusto personal sin considerar ni respetar a la vida que es tomada, sea cual fuere la situación, no está vibrando en la HERMANDAD.
           
La Hermandad exige sacrificios del ego personal,
Obliga a relegar gustos y hábitos por el bien del prójimo.

            “El prójimo” no es tan solo el ser humano, sino toda entidad viviente. El prójimo es “el semejante”, pero no entendido como ‘especies biológicas semejantes’, sino como “almas semejantes”; y puesto que “alma” es “vida”, entonces todas las almas, de todos los reinos, son hermanas y “semejantes” al compartir la misma Esencia Universal,  porque pertenecen a la Vida Una.

            Quien no sabe de estas simples y básicas reglas de “la vida fraternal universal” no puede ser considerado ‘alma iluminada’, siendo todavía un alma confundida, en busca de Luz. Decimos esto porque vemos a muchos estudiantes muy entusiasmados con ideales espirituales y abocados al estudio, e inclusive a la difusión y enseñanza de temas metafísicos, “espirituales”, esotéricos, etc., que aún no saben ni siquiera relegar hábitos nocivos de sus conductas que están perjudicando la vida de hermanos menores de reinos infrahumanos (reinos inferiores al humano en la cadena evolutiva). Un típico caso, (que a esta altura seguramente ya se le pudo presentar a más de un lector en su mente), es el tema de la dieta alimenticia del hombre. No ahondaremos en este punto que bien conocido es por el interesado, y por que ya muchos aportes tiene este tema por parte de muchos estudiantes en todo el mundo. Solo diremos que no puede considerarse “discípulo” de la Vida a aquel peregrino que aún no ha sabido respetar la vida del reino animal, el cual puja por tener la oportunidad de crecer y evolucionar el tiempo suficiente en los vehículos materiales correspondientes a cada especie, lo cual no consiguen, por ser sometidos al exterminio por “la sed de sangre” de los hombres aún “dormidos”.
            Aquí, la palabra “dormido” se relaciona al tema que nos ocupa; por lo tanto un ser humano “dormido” es quien no ve ni siente la Gran Hermandad de todos los reinos, y que toma por arrebato y/o movido por “kama” (deseo) lo que le place, creyendo que el derecho lo asiste.
            Un ser “despierto”, en cambio, es un ser sensible a la Unidad de la Vida, “respetuoso de corazón” (no por hábito cultural) de todas las entidades vivientes, y que toma lo que precisa con consciencia y gratitud.
Un ser “despierto” considera que el derecho a la vida es de todas las criaturas vivientes, y no del ser humano por encima de otras especies. No obstante, conoce la “Ley de Sacrificio”, por la cual todas las especies vivientes ceden de ‘sí mismas’ para favorecer la subsistencia de otras, estando todo esto dentro de una “Ley de Equilibrio de las especies” y de la “Ley de Armonía Universal”.
(Tal equilibrio se rompe o altera cuando entra en la ecuación evolutiva el “ego-centrismo” humano, hasta que el Alma supera ese oscuro estado y vuelve a la Unidad en forma ‘consciente’, rearmonizándose con ‘El Todo’).

            Vemos la confusión en la que los novatos estudiantes incurren al intentar justificar sus inconscientes e incongruentes acciones egoístas diciendo que “los vegetales también son vida”…, y creyendo que con ese infantil e irreflexivo argumento pueden justificar sus costumbres alimenticias necrófagas.  No vamos a entrar en explicaciones precisas sobre este tema, porque sería en vano. Tales almas, aún confundidas, no desean escuchar ni aprender en realidad, ya que creen que “la razón las asiste”, quedando así, en sus actitudes, la nobilísima facultad de ‘la razón’ reducida a muy poca cosa… La verdadera facultad de LA RAZÓN conduce al hombre que sabe emplearla mucho más allá de sus mezquinos argumentos limitados por espejismos y deseos.
Existen sobrados argumentos de por qué la dieta alimenticia humana debe evitar la ingesta de carne animal; pero los que están dominados por sus hábitos ‘kámicos’ (‘kama’: deseo) no están interesados por conocer la verdad, sino en proseguir con sus vidas tal como son, sin cambio alguno.
            Muy lejos de la Conciencia de Unidad se halla quien no se compadece de la sufriente vida animal, al no considerarla ni en sentimiento ni en acción, como parte de “LA HERMANDAD”.

            Muchas de tales confundidas almas son también “estudiantes” de la vida, que están aprendiendo, por lo tanto señalamos el error, pero sin condenar. Solo lo decimos para que podáis pasar del estado del “sueño” insensible, al estado de “vigilia espiritual” o “consciencia de unidad consciente”, y podáis descubrir la secreta interrelación de todas las cosas y seres en el Mar de la Vida Una. Cuando el peregrino descubre esta secreta unidad invisible e indivisible, comienza a VER con los ojos del corazón, y descubre lo que antes no veía…
            Este descubrimiento debe necesariamente notarse en un cambio de vida, de costumbres, de hábitos, en tomar la vida con otra actitud, con una atmósfera interna más amigable hacia todos los seres, hacia todos los reinos de vida: el infrahumano (reinos menores), el humano y el suprahumano (reinos superiores al hombre). El sentimiento y la actitud debe ser amigable y fraternal con todos por igual, y debe brotar desde el sello auténtico del corazón.
            Sin este cambio, que comienza en el corazón, el área del sentir intuitivo, la Verdad no llega. Pero cuando llega ese “sentir”, todo en la vida interna del estudiante cambia, todo se remueve y se ‘sacude’, y deja de ser “quien era”, un ego personal aislado e insensible, para convertirse en una “persona espiritual”, porque ha roto con el “cascarón egocéntrico” y ha nacido a LA UNIDAD.

            Todo este proceso es iniciático, de “alquimia de la conciencia” y repercute en “el sentir”. No debe el estudiante confundir “el sentir”, que trata del desarrollo de la sensibilidad y de la sensitividad, con “emocionalidad”. Son cosas diferentes, y hasta opuestas, ya que las emociones mecánicas, que provienen en su mayoría del cerebro reactivo, insensibilizan al hombre.
            Todo el camino es pues, interno; la metamorfosis del ‘cambio’ ocurre en LA CONCIENCIA, y se traduce en “una revolución del sentir”.
           
            Mientras tal revolución no existe todavía, podréis poseer muy dignos ideales de vida y muchos estudios y erudición, pero vacíos de “La Viviente Verdad” estaréis.
            El Sendero es el camino interno que lleva a esa “REVOLUCIÓN INTERIOR”. Es un camino de “muerte”, de muerte del yo psicológico. En este Sendero están ya muchos estudiantes, mientras que otros, creyendo que están en él, aún no han entrado por La Puerta.
            En vuestras deciciones y acciones está la verdad.
Para Nosotros la visión es clara…
            Revise cada estudiante su propia vida, sus actitudes y su sentir.
            Este es nuestro consejo en esta oportunidad.


HERMANOS SOLARES






lunes, 12 de mayo de 2014

41- EL AMOR: Cuatro peldaños iniciáticos

EL AMOR: Cuatro peldaños iniciáticos
 
          Toda la existencia manifestada gira en torno a una espiral ascendente para realizar una meta única y trascendental: “EL AMOR”.
         El amor es entendido de muchas maneras según los diferentes niveles de consciencia en la Humanidad. En los niveles más bajos se llama amor a la sexualidad física; en sectores un poco más elevados en comprensión amor es afecto y cariño por los seres queridos, (familiares, pareja y amigos); siguiendo en la escalera evolutiva, el tercer peldaño lo ocupan quienes llaman amor a las rectas relaciones humanas y el respeto por todos los seres, conducta recta, amorosa y fraternal guiada por la razón e inspirada por ideales nobles. El cuarto puesto, al cual pueden acceder solo grupos espiritualizados, lo ocupan quienes viven la COMPASIÓN en sus corazones, un sentimiento de entrega a la Vida y Devoción a Dios embarga sus almas y hallan en cada entidad viviente una forma del Gran Ser Universal.
         Entre estos 4 peldaños hay variados niveles también, pues existen subniveles de comprensión en cada nivel.

         Cada uno de los 4 “peldaños” o estados de conciencia, corresponden a los 4 puntos cardinales de la base de una Gran Pirámide Iniciática esotérica, por la cual todas las almas humanas van pasando.

(Para más información sobre la Gran Pirámide Iniciática visita:



         El nivel 1, (1° vértice de la Gran Pirámide esotérica), está polarizado en el plano físico, basa su experiencia en las vivencias de orden material-sensorio. La cumbre y sublimación de este escalón lleva al peregrino a la Primera Iniciación espiritual.

          El 2ª peldaño (el Portal al 2° vértice de la Pirámide Iniciática) polariza la experiencia y consciencia en el plano astral, dando a las energías emocionales un papel protagónico principal. El amor, en este nivel, se experimenta primeramente como afecto posesivo y egoísta, apego emotivo, siendo en su cumbre un sentimiento noble transformado en devoción, amor a un ideal y al prójimo. Corresponde a la Segunda Iniciación.

         Quienes superan el nivel de la experiencia del plano emocional al plano mental viven ya en el 3ª peldaño (3° Vértice de la Base Piramidal), en cuya comprensión el amor es racionalidad, siendo aquí la escala de valores y principios de fundamental importancia. El DISCERNIMIENTO es característico de este nivel, correspondiente a la Tercera Iniciación.

         El 4ª peldaño en la comprensión del amor (4° Vértice) es el escalón de Buddhi, un peldaño más allá de la mente. Es Intuición, entendida como consciencia vivencial de la Unidad, y traducida como compasión, servicio y sacrificio del sí mismo por los demás. Corresponde a la Cuarta Iniciación, cuya expresión cumbre es la plena Consciencia de Amor-Sabiduría o Consciencia Crística. En este nivel el peregrino descorre el velo de la Ignorancia y ve a Dios-Padre-Madre en todas las cosas, en todos los seres. La cumbre de este nivel esta retratada por la vida de los santos y Maestros de la Humanidad, que han dejado las huellas de sus pisadas, tras las cuales los discípulos del mundo transitan el Sendero.

         Más allá de este 4ª peldaño el Amor adquiere alturas intransferibles para la comprensión humana. El desarrollo interior del hombre que evoluciona en la superficie terrestre está en estos 4 peldaños. Su cumbre es la Iluminación de su mente y corazón fusionados.
          En el Plan Evolutivo están establecidos los patrones arquetípicos de este tránsito evolutivo para las almas peregrinas. La Tierra es una escuela cósmica para la graduación en el AMOR-SABIDURÍA, y quienes egresan de la misma son la expresión acabada de su función y propósito.





viernes, 9 de mayo de 2014

40- LA UNIDAD CONSCIENTE

LA UNIDAD CONSCIENTE

         El concepto del “UNO” es compartido de una u otra forma por todas las grandes religiones, orientales y occidentales y por la Filosofía de la existencia. Hablamos del “UNO” como el “TODO” indivisible, aunque perceptible parcialmente por los sentidos humanos limitados como multiplicidad de formas. El UNI-VERSO es la unidad subyacente en la diversidad. Las más antiguas escrituras de la Humanidad de las cuales se tiene registro hoy en día, los “VEDAS”, expresan el concepto del “UNO” en tres aspectos combinados e interrelacionados:  SHIVA, VISHNÚ y BRAHMA ; esta es la “Trimurti” o Trinidad Hindú. La teología cristiana habla de la Santísima Trinidad: PADRE, HIJO y ESPÍRITU SANTO reunidos en “un solo Dios verdadero”. En el antiguo Egipto la Trinidad estaba representada por OSIRIS, ISIS y HORUS.

         El concepto de UNIDAD es lo primero que comienza a comprender todo aquel que emprende su camino de regreso a “su Hogar”, a su esencia espiritual, la cual está totalmente emparentada con la idea y la experiencia de la UNIDAD.
         No es posible transitar el sendero espiritual si no se comprende este básico concepto, el cual será cada vez más profundizado conforme el peregrino avanza en el Sendero. La captación del mismo puede llegar con el empleo puro de la razón, ya que el empleo de esta capacidad puede sustraer el significado limpio de la UNIDAD de la Vida Cósmica como lo hicieron filósofos y religiosos de todas las épocas. Tal es el caso de Santo Tomás de Aquino, fraile de la Orden Dominica, que a través de “la lógica” demostró la existencia de Dios. Otra forma de conocer el concepto del “UNO” es intuitivamente, sentidamente. Es decir que, sin elaborar mentalmente un examen discursivo a través de la lógica de la razón, es posible “sentir”, INTUIR la verdad del “UNO” subyacente en todas las cosas.
 
         Intuición es la captación de una verdad sin el auxilio de la mente discursiva.
         Intuición es VER la esencia, el íntimo ser y causa de todas las cosas sin confundirse con las apariencias temporales y espaciales.
         Intuición es “percepción directa” e instantánea de la verdad.

         Claro está que esta forma de comprender el concepto del “UNO”, la Intuitiva, es más elevada que la de la Razón, si consideramos que la INTUICIÓN es Buddhi en actividad, un plano más elevado que Manas (mente) que es donde sucede la RAZÓN; pero ambos caminos son válidos.
         La idea de un Gran Ser infinito y eterno subyacente a todas las formas finitas visibles e invisibles es ese “UNO” del cual hablamos. Pero tenemos que diferenciar dos conceptos de  UNIDAD:

1-     La UNIDAD referida al Ser infinito y eterno, al “UNO”, cuya captación (en cierto grado) puede ser razonada o intuida.
2-     La “UNIDAD CONSCIENTE”, que se realiza con la evolución álmica mediante continuas expansiones de consciencia.

         Al hablar de “UNIDAD CONSCIENTE” nos referimos a la realización consciente de la Unidad de Vida lograda paulatinamente por una entidad evolucionante que ya alcanzó su individualidad álmica-monádica y que mediante la evolución fue trascendiendo las limitaciones de su “yo personal” y adquiriendo conciencia grupal cada vez en mayor expansión.

         Un animal ó una planta, por ejemplo, son parte del “UNO”, pero no son “conscientes” de ello, ni siquiera son conscientes del “sí mismo” ya que aún no poseen individualidad, (excepto en ciertos casos donde animales domésticos muy evolucionados adquieren una incipiente noción de individualidad antes de que la mónada animal pase a la forma hombre, que es donde sucede realmente la individualidad consciente. Ciertos cetáceos, como los delfines, no entran dentro de estos ejemplos, ya que son seres más evolucionados).

          La UNIDAD CONSCIENTE comienza a despertar a partir de las INICIACIONES espirituales por las que pasa el individuo, las cuales implican expansión de consciencia. Estas expansiones de conciencia están hermanadas con la radiación solar (crística) que va emanando del peregrino, incluyendo en su área de radiación e influencia a más y más seres, pudiendo abarcar, con la suficiente evolución, al planeta mismo, al sistema, y más allá. Esto es Unidad Consciente en aumento conforme a la evolución permanente.

         El respeto natural por todas las entidades vivientes y la COMPASIÓN son las cualidades álmicas que se expresan en quienes comienzan a vivir la Unidad Consciente.
         La captación de la idea del “UNO” (primer concepto) es pasiva, mientras que la “UNIDAD CONSCIENTE” es activa, es una irradiación de Luz, Paz y Amor desde el corazón compasivo del individuo y del grupo, lo cual beneficia álmica y espiritualmente a todos los seres que están dentro de su esfera de influencia.

         Existe un tercer concepto de UNIDAD espiritual cuando hablamos de “UNIDAD DE PROPÓSITO”. Todos los seres que han alcanzado cierto grado de desarrollo álmico-evolutivo, ya formando parte de la Comunión Crística ó “Comunión de los Santos” (como lo llama la teología cristiana), forman “UN CUERPO CRÍSTICO DE LUZ”, es decir, Conciencia y Propósito unificadas, de manera que cuando un ser de esta naturaleza álmica ama, no es él individualmente quien ama, sino muchos, miles y miles, santos, bodhisattvas y maestros espirituales que aman en él y a través de él.

         La irradiación de la Paz Celestial y del Amor Divino proceden del Sol encendido en ese Cuerpo Jerárquico de Luz.


PAZ EN LOS CORAZONES






martes, 6 de mayo de 2014

39- EL LOTO

EL LOTO

          El Plan Divino de Evolución álmica-humana ha sido “sembrar semillas” en los corazones de los hombres, contenedores en esencia y latencia de todos los atributos solares de la Divinidad.
         El Sol ha querido sembrar la Tierra con millones de semillas luminosas y regarlas luego, edad tras edad, raza tras raza, generación tras generación, con el propósito de recoger “los frutos” de esa siembra estelar. Esos “frutos” son las cualidades álmicas adquiridas con la evolución: Paz, Bondad, Compasión, Mansedumbre, Ecuanimidad, Sabiduría, Piedad, Misericordia, etc.

         La flor de loto es una fiel y bella representación de la evolución álmica humana: El brote de la semilla, el crecimiento del tallo, la consiguiente formación del capullo, y la apertura de sus pétalos hasta abrirse la flor totalmente desplegando al fin todas sus cualidades de belleza, colorido y fragancias.
          La semilla de la flor del loto permanece en terreno lodoso, y allí echa sus raíces para convertirse en flor.
          El orden evolutivo humano es análogo a este ejemplo, ya que el alma transita su evolución y echa sus raíces en ‘el lodo’ de las debilidades humanas y miserias del mundo, teniendo que resurgir de ese estadío a través del sacrificio, la voluntad correctamente encaminada y el conocimiento, elevándose del lodo de su inferior naturaleza hasta los cielos del corazón amoroso y la mente iluminada.

         Encarnación tras encarnación el alma humana transita el sendero del saber a través de la experiencia dolorosa. Conoce el dolor del hambre, del frío, de la indiferencia, del abandono, experimenta el encierro, la marginación, la soledad y la falta de amor. Transita el sendero de una seguidilla de experiencias lentas y dolorosas, paso a paso, vida tras vida, va de un polo al otro, y comienza entonces a COMPRENDER…
         Estas experiencias vitales van dejando huellas que terminan por dar frutos de comprensión. El alma que en encarnaciones diversas sufrió los embates de la soledad, de la pobreza, la violencia, la incomprensión, el desamor…, se va volviendo naturalmente compasiva, piadosa y sabia. Comienza a sentir el dolor ajeno como propio, pues intuitivamente conoce las experiencias de dolor, ya las ha vivido…

         Más tarde, cuando la flor ya va desplegando más abiertamente sus pétalos, el alma se ilumina guiando al corazón del hombre hacia obras caritativas, emprende acciones de servicio a la vida y se vuelve un defensor de la Paz y de lo Justo.  Más tarde…, en el cenit de su maduración y belleza, el ser se vuelve meditativo y la flor se convierte en UN FARO DE LUZ, PAZ Y AMOR.

          Los 12 pétalos se han desplegado; 3 pertenecen al “CONOCIMIENTO”, 3 al “AMOR”, y 3 son de “SACRIFICIO”; los 3 pétalos internos revelan la “VOLUNTAD” espiritual. Al abrirse entonces todos los pétalos del loto, se revela “la perla interior”, la Sagrada Identidad Divina del hombre en la UNIDAD.
         Tal es el recorrido itinerante del alma humana en la Escuela-Tierra.
 
         Cientos de miles de “capullos” florecen hoy en el Planeta, y los tiempos críticos en la Humanidad han sido y son el “lodo” que ha permitido su floración. Comprender esto es ver la Luz en la aparente oscuridad.

PAZ EN LOS CORAZONES




viernes, 2 de mayo de 2014

38- MENSAJE DESDE EL PUNTO CENTRAL DE ‘LA ESFERA’


            Amados discípulos y aspirantes de la Luz Una:
                                                                                El Sol Único proyecta hoy su Energía-Presencia a través de este humilde servidor, quien les habla, al cual conocen la mayoría de los estudiantes con el nombre de “Señor del Mundo”.-
            Mi cargo, en el Mar de la Vida, es el de Director de las operaciones del Plan Divino en el Planeta Tierra y mi función es dirigir e impulsar dicho Plan tomando bajo mi responsabilidad kármica las grandes deciciones que atañen al Planeta como un todo. Bajo mi regencia se encuentra una multitud de servidores del Plan Divino Planetario, en diferentes niveles de consciencia y funcionalidad operativa, lo cual hace posible que el gran Plan “marche sobre ruedas” en cada plano y en todas sus áreas de actividad.
            Hoy me presento mediante este escrito para manifestar mi entera “Gratitud” a todos los discípulos y aspirantes del mundo, a lo que llamáis “nuevo grupo de servidores del mundo”. Mis palabras hoy son de aliento para todas aquellas esperanzas y objetivos nobles que muchos estudiantes de la Vida portan en forma de “plan”, “sueño”, “proyecto” o “vocación”. Bajo muchas formas y de diversas maneras se expresa en las almas humanas ya preparadas y sensibles Mi Impulso Vibracional, produciendo un efecto renovador de la esperanza, una tendencia natural, interna, de búsqueda del mejoramiento personal, de servicio a la vida, de aspiración hacia la Paz; tomando también la forma de estímulo interno hacia la búsqueda de la Verdad y de lo justo y recto.

            El perfeccionamiento en cada área de la vida humana, en todos los aspectos y formas posibles, emana como vibración fluídica desde Mi Alma hacia la Humanidad, pasando antes por el Canal Cardíaco de la Jerarquía Solar Planetaria formada por los Ashram respectivos de cada Rayo.
            Desde Mi Presencia procede el ‘Impulso-Propósito’, el cual en la Jerarquía de Maestros y sus ayudantes adquiere cualidad y dirección concreta, llegando entonces la Energía Inicial al sector Humanidad, con cualidades diversas, correspondientes a las necesidades de cada área de vida en la sociedad humana y en los demás reinos de vida.
            Muchos estudiantes de buena voluntad se desorientan a veces y “bajan los brazos” por no saber a ciencia cierta si sus obras y acciones son acaso buenas o necesarias, o no lo son, o por dudar si están o no, vinculadas en verdad a la Jerarquía Espiritual. Este tipo de dudas es común en las almas peregrinas que ya tienen una noción de la existencia de los llamados “Maestros”, de los cuales tanto hoy se habla en los grupos de estudios metafísicos y esotéricos.
            Mis queridos: Yo aplaudo “la buena voluntad”, siempre; no dudéis nunca de esto. La Jerarquía Espiritual sabe que la energía de la buena voluntad es el primer paso que debe dar quien aspira a entrar por el Portal interno hacia el Sendero Consciente que conduce a la Vida Eterna. Por lo tanto, amados estudiantes, no debéis temer a obrar el bien con el mayor grado de comprensión que poseáis; pero estad siempre alertas para cambiar cuando veis que algo debe ser modificado en vuestra forma de ver, de pensar y de actuar.
            Estas son reglas muy básicas, pero muy necesarias, y hoy las confirmáis en línea directa con Mi Presencia.

            Así que, no lo olvidéis: En “la buena voluntad” comienza el Sendero interno, pero deberéis mantener siempre una actitud abierta al cambio; porque el camino de la buena voluntad es en realidad una seguidilla de cambios progresivos en la conciencia.
            En el transcurso de esos cambios, la buena voluntad llega a transformarse en “Voluntad al Bien”, y en ese nivel el estudiante se encuentra internamente con la Jerarquía Espiritual; el Ego o Alma está allí trabajando como uno más en la Gran Hermandad. Cuando avanzáis más y más, llega un punto donde la Voluntad al Bien se convierte en “Voluntad al Propósito”; es allí donde, habiendo viajado en servicio desde la periferia de la Esfera de Luz de la Jerarquía hacia dentro de dicha Esfera, llegáis a entonar cada vez más con Mi Presencia y por ende, con el Grupo más interno de la Hermandad.
            Como podréis ver e interpretar, todo “el Sendero” es un recorrido interno, es decir, un ‘viaje’ de la conciencia, que va desde “la buena voluntad”, en la periferia de la Esfera, hasta la “Voluntad-Propósito” que es el punto central de la Esfera, Punto Rector y Director de los Planes solares para la Tierra.
            Esta ‘Esfera’ es el Aura luminosa de la Gran Hermandad Crística Planetaria, y cada estudiante está ubicado en cierto punto en esa Esfera.

            Los estudiantes “aspirantes” (o ‘probacionistas’), se llaman así porque aún están acercándose al ‘borde’ de la Esfera; están en un recorrido de acercamiento hacia la Esfera, un camino de prueba y purificación, ya que las almas que llegan al Portal de la Esfera y penetran por dicho Portal son almas que ya tienen cierto camino de purificación recorrido. Es decir que solo las almas con cierto logro iniciático pueden acceder y pertenecer a LA ESFERA. Estos son los que, dejando de ser “aspirantes”, se han transformado en “discípulos” de la Vida, por mérito propio. Esto es así para proteger a esta Esfera Áurica Global de intrusiones vibracionales que perjudicarían su funcionalidad.

            La Función principal de la Esfera-Luz Planetaria es el Servicio a la Evolución Planetaria, y nada debe existir, ni existe, que pueda perjudicar este Gran Dharma.
            Es por este motivo que es ofrecida hoy esta Enseñanza, para que todos los estudiantes sepan, de una forma simple y clara, qué es la Jerarquía Espiritual o Gran Hermandad Blanca, cuál es su básica función y cuál es el lugar de un estudiante de la vida en este Escenario. Estas palabras dan una guía simple al respecto, siendo conscientes de que lo simple y necesario no siempre es bien comprendido. Es por ello que el lenguaje empleado en esta transmisión ha sido sin tecnicismos o complejidades.
            Muchos estudiantes que poseen en sus mentes demasiada erudición intelectual, aún ni siquiera han iniciado el Sendero por ausencia en sus vidas de la básica “buena voluntad”. Cuidado!, estudiantes; no confundáis el camino… El estudio y el conocimiento teórico es importante, sí, pero siempre y cuando lo sepáis aplicar a la vida para el bien, lo justo y lo recto; de lo contrario en nada os ayudará, más que para engendrar soberbia intelectual.
            Caminad erguidos y resueltos, estudiantes, hacia la “Esfera Solar”, el Aura de la Gran Hermandad!! Siempre tendréis señales que guiarán vuestros pasos.
            Manteneos abiertos y receptivos, y en estado de alerta-percepción para saber captar y ver esas “señales”.
            Mi Paz hoy ha circulado vibracionalmente por la tinta y el papel del canal receptor, y circula en forma especial por el interior de cada lector que llega a estas páginas.
            No creáis en nada ciegamente. Discernid y ‘sentid’ por vosotros mismos.
            Mi Amor mana desde el Centro de La Esfera como un Sol que a todas las almas llega. Abríos a las ‘influencias solares’.


Vuestro Señor




37- EL CAMINO CONSCIENTE DEL ALMA


            Pregúntense si están en la vía correcta, el la que más necesita y conviene a vuestras almas. Examinen el sendero transitado y observen vuestro sentir.

            Esta es la primera pauta que un peregrino debe observar para iniciar el Sendero interno, es decir, el camino de la evolución y transformación responsable y consciente de la conciencia.
            Es el Sol Búdico en el interior del peregrino el que alumbra el camino a seguir, pero ocurre que las energías materiales más densas, de deseos y mandatos psicológicos familiares, culturales, religiosos, etc. presentes en los vehículos que conforman la personalidad humana, tienen sus propios objetivos y propósitos, comúnmente opuestos a la Voluntad y Propósito Solar. Este asunto debe ser considerado con detenimiento por el estudiante, con reflexión, porque no es un tema de fácil dilucidación.

            Las energías de kama-manas (‘deseo’ y mente inferior adherida) conforman una coyuntura de tendencias, hábitos, ideas y emociones que en su estructura psicológica de “identificación” generan lo que llamáis ‘ego’ o ‘yo’ inferior.
            Este yo inferior, personal o psicológico es básicamente “identificación” de la mente con los objetos materiales y los objetos de deseos, y con emocionalidades e ideas rígidas, no creativas, sino dogmas fijos que funcionan a manera de mandatos internos (de orden inferior).
            Esta es (aunque es simple la explicación ofrecida) la base constitutiva del “yo”, de lo que llamáis “persona”. La persona humana es como una “máscara” transitoria del alma; también se podría ejemplificar diciendo que es “el actor” que representa un papel momentáneo en la Gran Obra de la vida del alma.
A lo largo de su larga travesía evolutiva, el alma desempeña muchos ‘papeles actorales’, siendo cada uno una encarnación del alma en una nueva personalidad humana. Esta es la travesía evolutiva del alma; un extenso recorrido en el cual el alma se obliga a sí misma, por voluntad de la Mónada, a tomar una y otra vez vehículos materiales en el mundo formal, es decir, “máscaras”, para representar un determinado papel actoral con características particulares cada vez. Siempre existe una correlación entre cada papel desempeñado por el alma en sus encarnaciones sucesivas, ya que hay una hilación evolutiva dirigida por la Mónada y por los Señores del Karma, que son quienes rigen y dirigen el destino ascendente de todas las almas. Por lo tanto, el alma siempre está progresando en comprensión, papel tras papel, máscara tras máscara, en una cadena organizada de existencias, extrayendo la esencia de cada vida vivida en la forma humana. Esas “esencias” que son extraídas de cada existencia material son las que van llenando la “burbuja álmica” de un ingrediente sutil: SABIDURÍA.  
El proceso finaliza cuando la “burbuja álmica” ya se ha llenado por completo de Luz de Comprensión, y ya se la puede ver brillando semejante a un Sol Dorado de Amor-Sabiduría. Cuando esto sucede ya el alma no necesita más encarnar, es decir, no necesita ya representar “papeles actorales” en la materia, porque ya ha descubierto su real naturaleza, ya se reconoce a consciencia como el ‘Ser’ que ha estado oculto tras todas aquellas “máscaras”, una y otra vez… Cuando el alma alcanza así la comprensión intuitiva del SÍ MISMO, del SER, deja toda identificación con ‘las máscaras’, y se libera de las tendencias, ilusiones y fantasías propias de las máscaras. Esto significa que el alma ya ha aprendido a captar las esencias, y a no dejarse engañar por la máscara de las apariencias y de las formas. (Esto incluye los espejismos de los deseos y las ilusiones mentales de las ideas).
Alcanzar tal estado de liberación es cierto grado de Sabiduría, es Buddhi activo como consciencia, esto es: Cristo vivo en la esfera del alma humana.

Si el alma encarna nuevamente después de esta Iniciación, será por Ley de Sacrificio y Servicio, y ya no por karma, movida por la necesidad de conquistar autoconsciencia.

Es por este motivo que al inicio de esta transmisión se indicó el camino de la reflexión para la toma de consciencia, porque el peregrino puede llegar a desaprovechar o a no aprovechar al máximo posible la oportunidad de progreso de su alma en su actual encarnación, si es que vive mecánicamente, irreflexivamente, sin preguntarse nada, sin observarse, sin estar alerta y atento a su mundo interior. Este “dormirse” ocurre cuando la mente se apega y aferra a los sentidos físicos y se deja influenciar y manejar por los indómitos deseos pasionales de todo tipo. Esas corrientes de energías astrales y mentales inferiores conforman, como se explicó, el yo inferior, y en su hábito mecánico representa el estado de conciencia al cual conocéis como “estar dormido”.
Estar ‘dormido’ es no estar consciente, en estado de alerta, es vivir por puro hábito, sin cuestionarse nada y sin considerar el “cambio interior” como posibilidad. Esto es lo que produce los mayores males en el mundo. Por lo tanto “despertar” de sueño de la conciencia sonambúlica es volverse consciente de la vida, de las corrientes astrales y mentales y de sus influencias y efectos.
Esto implica necesariamente el nacimiento del DISCERNIMIENTO, el cual conduce por el camino consciente hacia la Unidad de la Vida.
Por eso dijimos al inicio: “vuélvanse conscientes de vuestra vida, observen y vean el camino transitado”; y ahora agregamos: ordénense nuevamente, viendo qué cosas debéis dejar atrás, dejar ir, y qué elementos nuevos sentís que deben ocupar esos vacíos. Esto significa aplicar la energía de la determinación y la voluntad hacia fines claros, con la guía del Sol Búdico, que es el amigo más fiel y la segura guía en cada alma. Esto es: “CAMINO CONSCIENTE”.

Encuentre cada estudiante las respuestas claras a sus profundos interrogantes, y cuando esas respuestas no llegan enseguida, porque pueden hacerse esperar, tomad el camino del mayor bien que vuestra conciencia señale, mientras las profundas incógnitas preparan para su tiempo justo su revelación.
Todo tiene su tiempo en la vida del alma. Interpretar esto es comprensión.
Encended la Antorcha Interna de Buddhi con el don de la Fe y permaneced en Paz.
Todo llega!!, amados estudiantes.
Lo que es verdadero siempre llega al peregrino bien dispuesto y preparado, en su justo momento.
Emprended en Camino entonces, aunque debáis iniciarlo con gastados instrumentos y cansados pies…
En amor:

Jardineros Solares